El mundo de la danza es vasto y diverso, y uno de sus estilos más destacados y reconocidos a nivel mundial es, sin duda, el ballet clásico.
Esta expresión artística combina la técnica, la elegancia y la disciplina en una danza que ha dejado una huella imborrable en la historia de la humanidad. Si alguna vez has sentido la curiosidad de conocer el universo del ballet clásico, esta guía para principiantes es perfecta para ti.
Los orígenes del ballet clásico y su evolución
El ballet clásico tiene sus raíces en la corte del Renacimiento italiano del siglo XV, donde se celebraban suntuosos bailes y festividades.
Sin embargo, fue en Francia donde el ballet comenzó a tomar la forma que conocemos hoy en día, gracias a la influencia de la corte del rey Luis XIV en el siglo XVII. El monarca, amante y practicante del ballet, fundó la primera academia de danza del mundo, la Académie Royale de Danse, en 1661. Desde entonces, el ballet clásico se ha expandido por todo el mundo, dando origen a diferentes escuelas y estilos, como el ballet romántico, el neoclásico y el contemporáneo.
Algunos pasos básicos del ballet clásico
El ballet clásico se caracteriza por su precisión y técnica, y aunque pueda parecer complicado, todos los bailarines empiezan aprendiendo los pasos básicos. A continuación, le presentamos algunos de los movimientos fundamentales que todo principiante debe conocer:
1. Plie. Consiste en doblar las rodillas mientras se mantiene el tronco recto y alineado. Hay dos tipos de plie: el demi-plie (doblado parcial de las rodillas) y el grand plie (doblado completo de las rodillas).
2. Tendu. Este paso implica estirar la pierna y el pie hacia fuera, manteniendo el contacto con el suelo, y luego regresar a la posición inicial.
3. Relevé. Se realiza elevando los talones del suelo y sosteniendo el equilibrio sobre las puntas de los pies o las zapatillas de ballet.
4. Arabesque. Es una posición en la que el bailarín se sostiene sobre una pierna mientras extiende la otra hacia atrás en línea recta, formando un ángulo de 90 grados con el tronco.
5. Pirouette. Es una vuelta sobre un pie, donde el otro pie se coloca en el tobillo, la rodilla o el muslo de la pierna de apoyo.
Los beneficios físicos y mentales de practicar ballet clásico
Practicar ballet clásico ofrece una serie de beneficios tanto físicos como mentales:
1. Mejora de la fuerza y la resistencia: el ballet clásico es un ejercicio completo que trabaja todos los músculos del cuerpo, lo que resulta en un aumento de la fuerza y la resistencia.
2. Mejora la flexibilidad: los movimientos y estiramientos del ballet ayudan a mejorar la flexibilidad en todo el cuerpo.
3. Mejora de la postura: la técnica del ballet clásico se centra en la alineación adecuada del cuerpo y la postura correcta, lo que resulta en una postura mejorada en la vida cotidiana.
4. Control y equilibrio: el ballet clásico requiere un gran control del cuerpo y el equilibrio, habilidades que se pueden transferir a otras áreas de la vida.
5. Reducción del estrés y aumento de la confianza: practicar ballet clásico puede ser una forma efectiva de reducir el estrés y aumentar la confianza a través de la expresión artística y la autoexpresión.
Cómo empezar a practicar ballet clásico
Si te has decidido a dar tus primeros pasos en el ballet clásico, lo primero que debes hacer es buscar una escuela de danza en tu localidad que ofrezca clases para principiantes. Es fundamental recibir la instrucción adecuada desde el comienzo, ya que una técnica incorrecta puede causar lesiones y dificultar tu progreso.
Además, debes invertir en el equipo básico, como zapatillas de ballet, mallas, calentadores y una camiseta o maillot ajustado que te permita moverte con comodidad.
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